Mariana Lain

Pinturas (2004)

Exposición individual en la galería Sen.

PINTORA DE FRONTERAS

Las escenas que pinta Mariana Laín representan espacios fronterizos: son imágenes agradables, pero también nostálgicas e inquietantes; abstractas en su geometría, pero que representan momentos muy concretos; cuadros anecdóticos, pero que catapultan nuestro pensamiento hacia lo universal; concentrados en su quietud, pero que con frecuencia dirigen nuestra mirada más allá de los límites de la escena; instantáneas que sin embargo parecen querer ser vistas como series de imágenes que narran algo más que un momento.

Son, por lo general, cuadros de pequeño y mediano formato, poblados por algunas figuras insertas en paisajes, que observan alguna cosa que sucede fuera del cuadro, o dedicadas al deporte u otras actividades, en actitudes que implican algún pensamiento. Hay poca atención al detalle en estas imágenes difuminadas por un atmósfera espesa. La superficie de los cuadros parece tratada con cuidado, como si los pinceles acariciasen con sigilo los soportes en lugar de pintarlos. La luz es intensa, y los colores de gamas muy reducidas. En obras anteriores de Mariana Laín las figuras principales también mostraban gamas muy reducidas – con más diferencias tonales que de color propiamente dicho –, mientras que los colores que habían sido extraídos de estas figuras permanecían en los cuadros, pertrechados en planos monocromos que permanecían a la vista. La migración de los colores ha continuado: han huido del espacio pictórico.

Los personajes que pueblan estos cuadros habitan en espacios privados y públicos al mismo tiempo: participan de su entorno, pero se nos antojan aislados unos de otros, encapsulados cada cual en su propio espacio mental. Las miradas se pierden buscando objetivos que quedan fuera de las escenas. Cuando no es así, las figuras están de espaldas o sus ojos están tan poco definidos que apenas existen, impidiendo que sus pensamientos se proyecten hacia el exterior.

Mariana es una persona introvertida, a quien tenemos la sensación de conocer a través de unos cuadros que son pura energía mental. Existe un tipo de pintura en la que las figuras y los motivos sirven para representar o simbolizar las actividades a que se dedican. Ante estos cuadros nos encontramos en el polo opuesto: toda actividad se convierte en estado anímico, silencioso, absorbente, que acaba contagiando de su peculiar color y de su misterio al mundo.

ALEJANDRO VERGARA

Aserradero, 2004

Banquillo, 2003

Carpa, 2004

Casa, 2004

Dorso, 2004

Dos mujeres, 2004

Faro, 2004

Grupo, 2004"

Pantalán 1, 2004

Pareja, 2004

Pista, 2003

Ropa, 2004

Vía, 2004