Mariana Lain

La pintura en tiempos del Arte (2008)

LA PINTURA EN LOS TIEMPOS DEL ARTE Veinte pintores españoles para el siglo XXI

La sala Muralla del Baluarte de Pamplona acoge, dentro del ciclo Punto de encuentro con el Arte Contemporáneo, una exposición crítica y singular. Entre sus argumentos, se ha querido evitar, en lo posible, que el término “figuración” fuera el encargado de describir las obras reunidas en la muestra. A nuestro juicio, es palabra que ya sirve para poco, aunque quizá sirva aún para entendernos. Pero lo verdaderamente decisivo, más allá de aquella vieja calificación, es ver cómo, ya en el siglo XXI, algunos pintores españoles han decidido permanecer en el cultivo de la pintura pese al dominio apabullante de un Arte contemporáneo, mayúsculo y general que se funda en la desaparición y el olvido de todas las artes concretas. La pintura fue y es un arte junto a otras artes mientras no sea absorbida por la abstracción de ese Arte sistemático que, con su esencia, se ha tragado todas las artes aquellas. Esa mayúscula le viene de su carácter absoluto, en expresión de su unidad y de su esencia metafísicas, ya independizado de las viejas y humildes artes bellas y menestrales. Pues bien, todo Arte mayúsculo es contemporáneo. Y en segundo lugar y a la inversa, todo lo que se adjetiva de contemporáneo y absoluto es eminentemente artístico, porque una “obra de arte”, en el sentido romántico y vanguardista, es un artefacto que no pretende ya la realización de una obra, sino dar un vuelco completo a la realidad y a las leyes del tiempo y de la historia.

Esa mentalidad, que hunde sus raíces en ciertos postulados de la filosofía romántica, no puede ya atender ni permitir el cultivo de un arte -de ahí que la mayoría de las instituciones nieguen a las artes el pan y la sal-, sino promover y fomentar con la generosidad necesaria la difusión del Arte transformador y progresivo, encaminado a la transformación del mundo. La acción transformadora de la realidad sustituyó un día a la filosofía como razón argumental, tomó tierra y quedó lúgubremente reflejada en la historia real del siglo XX. Aún así, sigue siendo el primer impulso que mueve a actuar a toda una mentalidad cautivada por los absolutos históricos. El alcance de esos absolutos en la historia concreta fue el objetivo literal y explícitamente perseguido por la revolución romántica, las vanguardias artísticas y los movimientos políticos totalitarios del siglo XX, así como por las críticas generales de los años sesenta. Sus huellas son reconocibles en el Arte y la teoría estética de hoy.

Por el contrario, la singular y carnal belleza de la pintura, la pintura dicha y hecha así en minúscula, es una de las pequeñas y frágiles criaturas que batallan por sobrevivir entre la destrucción que, desde el punto de vista de esta exposición, ya forma parte de las políticas culturales. Se muestran aquí, como ejemplo, las obras de veinte pintores españoles, de distintas generaciones y procedencias, que atestiguan la permanencia de un arte en medio del dominio del Arte, ya convertido en tabú de nuestro tiempo.

ENRIQUE ANDRÉS RUIZ

El paseo, 2002

La amarga espera, 2003

Taller, 2007